(noticia del 2017)
Hasta hace poco, hemos ido viendo cómo el segundo, y el
metro se re definían dando lugar a una serie de conceptos más extraños de
a lo que estábamos acostumbrados. Ahora es el turno del kilo, pero luego
vendrán el mol, el amperio, y el kelvin... Todas estas re definiciones no se
están dando para nada de una forma aleatoria; giran todas alrededor de
constantes universales, como la constante de Planck, la velocidad de la luz, el
número de Avogadro...
Lo malo de estas
constantes, es, que a pesar de lo que su nombre indica (que son constantes), no
sabemos realmente si puede pasar algo que cambie por completo sus
características, por ejemplo, sabemos perfectamente cual es la
velocidad de la luz, pero, al no saber de dónde sale no podemos saber a ciencia
cierta si seguirá siendo esa para siempre o si podría tener alguna que otra
variación.
El nuevo Sistema Internacional,
Que realmente lleva en vigor desde el 20 de mayo de 2019, no
supone ningún cambio en nuestra vida diaria, solo en las mediciones de gran
exactitud y baja incertidumbre en centros de metrología.
Encontramos en el nuevo SI los cambios de medición en el kilogramo (kg), el amperio (A), el kelvin (K) y el mol (mol) tienen nuevas definiciones, pero éstas fueron
elegidas para que, en el momento del cambio, la magnitud de las nuevas unidades fuera idéntica a la de las
antiguas unidades.
Definir el kilogramo en función de constantes físicas fundamentales asegura su estabilidad a largo plazo y,
por lo tanto, su confianza, que previamente estaba en duda. Se espera también que las nuevas definiciones del amperio y del kelvin
mejoren significativamente la exactitud con la que puedan realizarse las mediciones de electricidad y las
mediciones radiométricas de temperatura.
La definición
revisada del mol es más simple que la definición previa, y debe ayudar a los usuarios del SI a comprender mejor
la naturaleza de la magnitud "cantidad de sustancia" y su unidad, el mol. En definitiva, el SI se ajusta ahora
mejor a la tecnología de este siglo, y viene para quedarse en el siglo XXI, por lo pronto.
Bibliografía: